lunes, 8 de agosto de 2011

Historias Breves.

1- Ana estaba parada frente al espejo acomodando su pequeño listón rojo que tenía sobre el cabello. La música sonaba en el otro cuarto en una perfecta armonía. Al momento de viajar, la dulce muchacha tomó su valija, apagó la luz y aspiró una vez más el desagradable aroma de dolor que tenía muchos lejanos recuerdos. Cerró la última puerta y junto a su gata se fue adonde la vida le deparaba

2- En la oficina había sido un año de mucha tensión, los bancos, las cajas y los tachos estaban desparramados por doquier. Por la puerta principal para sorpresa de los trabajadores, entró la secretaria personal del jefe con un papel en la mano.
Al comenzar a leer la escritura, el rostro de cada uno de los compañeros comenzaron a mostrar signos de odio. Cuando concluyó se desató un estallido de violencia.

3- Manuel se había levantado nuevamente gracias al sonido del teléfono. Estaba harto de oír los reproches de su novia, pero esta vez lo había llamado su madre. Cuando contestó oyó la peor noticia del mundo, su novia, de la cual se quejaba hasta hace 5 minutos, había muerto a causa de la caída de una viga. Manuel no perdió un segundo y se dirigió a la casa de su difunto amor, sin creer todavía lo ocurrido. Al llegar observó el cadáver ensangrentado y supo que ya nadie, ni siquiera un santo le devolvería el tiempo perdido.

4- Lucía estaba muy alegre preparando las cosas para una cena perfecta. Limpió el piso de madera, preparó la ensalada de lechuga y tomate, metió la carne al horno y acomodó los posa vasos.
Estuvo produciéndose más de 3 horas y cuando llegó el momento en que el supuesto invitado vendría, estaba todo impecable. Luego de 2 horas de atraso sonó el teléfono, Lucía sin ganas atendió y recibió un lamentable mensaje de poca compasión.

5- Eran las doce del mediodía y Valería estaba muy cómoda en una silla fumandoce un cigarrillo, después de 10 minutos se levantó, lavó el cenicero, le cambió el agua a las flores y prendió el calefón. Se dirigió al cuarto de baño y se desvistió a la luz tenue de las velas. La torpeza que le provocó la poca visibilidad hizo que se le resbalara el jabón provocando una mortal caída y dejando como recuerdo una lúgubre cinta roja.